jueves, 15 de abril de 2021

Más que una colonia.

No creo que le importara su tipo de perfume y tengo casi la certeza de que la usaba porque se la habrían regalado cualquiera de mis tíos, igual le daba si le iba o no bien.
En el patio estaba la pila de lavar y sobre ella anclada en la pared una balda de madera donde siempre había un bote de colonia, un bote grande, muy grande, yo diría que casi de un litro de Varón Dandy. 
Ayer, muchísimos años después he vuelto a ver esa colonia en una perfumería, evidentemente no pude resistirme a olerla y mmmmmmmm, olía bien, era una extraña mezcla de sándalo, bergamota o algún otro cítrico parecido de aroma fuerte aunque agradable y por cosa de mi sinestesia con olores, personas y lugares, ese aroma me cae especialmente bien y aunque mi abuelo tuviera aquella colonia por casualidad y seguro que por ser barata, ese aroma hoy sigue combinando perfectamente con su traje de pana y barba de cuatro días, su boina, voz y su manera de expresarse, tanto que si hoy me hablara podría venderme cualquier cosa si quisiera.
Es una colonia de su talla exacta con un perfume que da confianza, que exhala respeto a la palabra dada, a los que estrechan su mano con fuerza mientras te miran a los ojos. Olor a mi abuelo 
No es de mi talla, es una colonia de suma honradez, dignidad y orgullo familiar, su aroma me queda grande, sino me la compraría.