domingo, 19 de febrero de 2023

Condiós!


Durmiendo lo recordé esta noche... Condiós Pinea!!, al pasar por La Pared Nueva, frente a la cancilla del tinao que fue de mi abuelo Porras me tropecé con Don Antonio, un hombre ya muy mayor, pequeñito, enjuto y entrañable que me conoce desde niño y hemos estado hablando de todo y de nada, enreando entre el pasado, la familia y demás.
Me senté a su lado y aunque en principio solo traté de ser amable, al verme envuelto en ese lenguaje que hace muchos años se perdió en mi,  al escuchar de nuevo "mangajón", "mostrenco" "pejiguera", "bindonga", esas expresiones tan de los míos y su manera de usarlas, me han arropado, me he sentido en un lugar calentito, cómodo. He vuelto durante un ratino a la luz de mi infancia, al olor de la colonia de tío Domingo y el pollo frito de mi abuela Andrea, a la cocina de picón, al guá en las Cabeceras y las golosinas en el Cristo, en esos lugares donde fui feliz de la manera natural y despreocupada que lo somos de niños.
Son conversaciones a gusto y gustosas, de las que te adormecen el cerebro a base de calma en la palabra y paz en la intención. 
Y eso, que está bien recordar en sueños y sentirse en casa de vez en cuando. Aunque estemos lejos.