Aquí empezó todo. La historia de mi familia hasta más allá de los ocho apellidos... Sus calles, aromas y lugares que me emborrachan de vivencias nunca olvidadas.
Sonidos, juegos, sabores y colores, secretos de infancia marcados en la memoria con brasas de una ley no escrita, la de la atracción natural. Es el presente de mis recuerdos, son manos húmedas y arrugadas, besos de metralleta, lágrimas secas en un mandil a cuadros, son huellas de mis muertos, caricias al tacto del amor más puro, el que duerme en las entrañas del alma. El que morirá conmigo.
Aquí está viendo pasar el tiempo…