lunes, 23 de abril de 2018

El espejo del pasado.


La fotos de tu pueblo, imágenes sinestésicas de aromas conocidos, de sonidos entrañables, sensaciones incontroladas y emociones incontrolables, estampas olvidadas de recuerdos dormidos más allá del alma, en la sima del olvido, un rincón teñido de pasión en el blanco y negro del ayer.
Son santos que te apuntan que la mente está en su punto, que no necesitan la sal de las palabras ni el pellizco de más memoria que la del amor, son sonidos visuales que la nostalgia en una sonrisa, que cierran los ojos para abrir el instinto, que disfrutan del color de las nubes de verano, de gestos de otros, del tacto olvidado de unas manos, del olor de una pastilla de Lagarto, del sonido de una puerta que hace presente la voz de esa eterna ausencia.
Son fotos del instinto, de la mudez de un pasado que vive eternamente, el que te deja llegar y traerlo al presente para mirarte, para verte en el espejo del pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario