Llueven recuerdos, imágenes que caen bien, estampas en color grabadas a fuego en una mente ignífuga.
Es un lugar con mar seco al fondo, un paraje, un paisaje, unos cochinos que gruñen y unos árboles gigantes. Sentado en la puerta del tinao un hombre de vida tenue, lleva una gorra de visera y viste traje de pana marrón con chaleco de tela negra y brillante.
Una cadena plateada le une al tiempo que guarda en su bolsillo. Un reloj al que insufla vida dándole cuerda cada poco. Su reloj, un oscuro objeto de deseo de un hombre sin deseos conocidos. Huele a cuero y tabaco,
Llueven recuerdos, Pisar, pasar, posar y pensar. hermanarte contigo, sentir y sonreír, disimular el escape de una lágrima furtiva y contar, transmitir y dar vida al hombre de vida tenue.
Llueven recuerdos.
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