sábado, 7 de septiembre de 2019

El Cristo.

El Cristo son dos reales de golosinas, bolindres, chapas en el suelo y gua, garrafina de vino tinto, carreras de niños y el Lala en un tristrás.
Bicicleta vieja en el suelo, gallinita ciega en un rincón, patacoja, el escondite y patadas a un balón.  El Cristo es la infancia de nuestro acento, mocho de madera, rodillas negras y heridas sin lamento.
Estellesa que pita y llega, mayores que vienen y van, en el techo maletas atadas, amarradas a un cinturón, en la mano fiambreras vacías, testigos mudos de sonrisas abrazos y besos de repetición.
En el Cristo no muere la vida, son recuerdos en suspensión, imágenes con ruido viejo y suspiros de emoción. 

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