Ninguno nos imaginábamos ésto, a llegar a estar encerrados y prisioneros de nuestra propia vida, pero... mucho ánimo, esto pronto terminará y volveremos a la ansiada normalidad.
Yo lo estoy deseando como todos, ya pienso en escapar con la moto, en sentir la libertad de kilómetros sin rumbo y regreso sin prisa, en las pulsaciones justas de la paz y el alboroto de la serenidad. En escapar y como siempre acabar allí, al aroma de mis porrinas y la sombra de mis recuerdos, a solas conmigo y lejos del día a día, apartado en mi interior y atrapado en el gozo de las sensaciones, navegando en el pasado con los relatos de mi tío Foro, disfrutando de las bromas con Julio, la risa de Paqui, el calor de Mimi y el cariño de Juan Antonio.
Volveré a desayunas en casa de Dani, a asomarme al tinao, a subir por la Nora hasta sentarme dobre el silencio de la ermita, a mis paseos nocturnos entre callejeras y silenciosas sensaciones.
Mucho ánimo a todos, ya queda menos, pronto volveremos a la añorada normalidad.
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