domingo, 22 de mayo de 2016

Cierra los ojos.

Cierra los ojos. Es un soplo al viento, besos al aire, abrazos al pasado, gestos de añoranza, miradas de melancolía y disfrute sin aliento. Es una vida de muchos, una historia común, un recuerdo de todos, un estado emocional, una mirada lejana, una lágrima furtiva y el corazón en un puño, un recuerdo permanente, una voz entre la gente, una sonrisa a solas, un tacto único, un aroma inolvidable, un sabor palpable, una hermosa inspiración, una cordura de atar, un alma sin caparazón.
Calor de verano, agua de botijo, garrafa del Litri, olivas machás, chochos sin pelar, tapa de prueba, pan con patatera, tabla de lavar, lavadero de piedra, jabón lagarto, rincón de letrina, mandil húmedo, artesa de corcho, siega en la era, zapatillas de casa, moño recogido, corazón encogido, horquillas negras y blanca escupidera.
Brasero ardiente, candil en la pared, puerta abierta, casa sin candado, llave de hierro y alegría en la gente, sillas en la calle, café negro, pan blanco, porrina de gloria, bollo de pascua y joriño al cariño, posos del portugués, taza desconchada, paquete de Ideales y camilla en el zaguán. Cuna en el chozo, martillo de madera, caldero de cobre y cubo del pozo, migas al fuego, cazo de latón, pan y salchichón, romana oxidada, red de peces y trampas de gorrión.
Apellidos comunes, parentescos lejanos, amistades profundas, palabras sinceras y gestos cercanos. Ternura natural, pasión descomunal, devoción sin igual, palabras certeras, instantes únicos y momentos puntuales, memoria cercana, raíces profundas, principio de todo y origen de vida. Besos de metralleta, carreras de niños, recados al abuelo y esperas breves, alegría sana, carreras de bici y bolindres con guá.
Visita al cementerio, rezo silencioso, blanqueo de nicho, dolor disimulado, lágrimas furtivas, entrañas abiertas, corazón cerrado, besos fríos y miradas al cielo. Cierro los ojos, el amor de mi abuela, la sonrisa de mi tía Agustina, la risa de mi tía Isabel, la bodega de mi tío Luis, las voces de mi tía Serapia, la retranca de mi tío Julio, la higuera en el patio, el Lala en el Cristo y mis primas en el bar. Vecinas de siempre, chorizo de venao, esperas en el caño y mañanas de tinao.
San Vicente es el recuerdo permanente de un amor presente. Cierra los ojos.

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