sábado, 9 de diciembre de 2017

Abre la puerta


Abre la puerta, no se me ocurre una forma mejor de vivir que apartar el cerebro no más allá de lo justo y necesario y dejarte llevar por el instinto, los sentimientos y el corazón.  Abre la puerta a tu pasado, cierra los ojos y déjate llevar, respira sus aromas, escucha sus sonidos, siente su tacto y disfruta los sabores del tiempo. 
Abre la puerta y siente el amor, el paladar de tu historia, la porrina, la abuela sentada en la calle, corta como tu madre cominera sobre pan, baña las migas en café, saborea las golosinas del Cristo, el pestorejo de tía Agustina, la prueba de la Isabel, báñate otra vez en la viña de tío Julio.
Abre la puerta y disfruta de los tuyos, siéntate en la barra de la bici, siente la emoción del cariño, vuelve a botar la pelota en el empedrado imposible, acompaña a abuela al horno de pan, pasa a ver a Tía Paula camino del tinao, entra, abre la puerta, disfruta de aquellos gestos, estampas tatuadas en la memoria, mensajes del alma escritos en color, en tinta de vida.
Aparta el cerebro, déjate llevar y abre la puerta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario