sábado, 23 de diciembre de 2017

Despertar en paz.

Siempre que sueño con mis muertos me despierto lleno de paz. A mi abuela la veo con la cara limpia y el pelo recogido, esto creo que debe significar que la recuerdo muy guapa. Siempre está inmersa en el trabajo de su casa y el cuidado de todos.
A mi abuelo lo recuerdo sentado en el corral, con camiseta de tirantes blancos, apoyando sus manos sobre las piernas y una toalla que le rodea el cuello, junto a la pila y recién lavado tras volver de trabajar. En este punto, se levanta, saca la llana del saco, la moja en la pila y la frota contra otra más pequeña rozando sus caras.
Se gira hacía mí, me mira con el cigarrillo colgando en el extremo de esa sonrisa que siempre me pareció un poco triste y amarga, aunque antes pensaba que era porque no estaba satisfecho con su vida y ahora, con la sabiduría y profundidad de mis arrugas, veo en sus ojos que era otra cosa, tal vez una cierta melancolía, la de vernos crecer y saber que el tiempo avanza.
Mi abuela, desde la puerta también me sonríe paño en mano y en sus ojos está esa dulzura que perdió antes de tiempo, cuando le tocaba disfrutar.
Creo que entiendo mi sueño y no me da miedo, siempre me despierta la paz.
Feliz Navidad a todos.

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