Ayer por la arde pasé por casa de mis padres, estuve de charla un rato con ellos y me vine a casa con la "caja de mi pasado" bajo el brazo. Esa caja es un tesoro de un valor incalculable, sin tasación, sin precio, hay verdaderas joyas de las que no tenía ni idea de su existencia, si la riqueza se midiera por sentimiento, me río yo de las Koplovich esas...
En esa caja hay fotos, muchísimas fotos y muy antiguas, antiquísimas. Fotos con historia y mucho significado. Esa caja es una amalgama que rebosa vida y vivencia, relatos y anécdotas, biografías y crónicas, cuentos, anécdotas, ilusiones, dolor y lágrimas.
Allí está la juventud de mis abuelos, de mis tíos, de mis padres, fotos vetustas que por su estado de deterioro necesitan una atención más que urgente por mi parte. O las escaneo y plastifico o se perderán para siempre y eso no lo puedo permitir.
Una vez en casa, pasando revista al pasado, de repente me invadió un sentimiento de urgencia, allí hay fotos tamaño carnet de mi abuela, recordatorios de obituarios de mis seres más queridos, de primeras comuniones, cartas, postales de viajes de novios y hasta menús de bodas. Allí hay fotos de mi niñez en el pueblo, documentos auténticos, nada de facsímiles, son fotos entrañables, fotos lejanas en el tiempo y cercanas al corazón que necesitan mi atención urgente. No se pueden perder jamás.
Unas fotos me hacen reír, otras sonreír y otras... disimular. Hay fotos exactas, idénticas y calcadas a las esculpidas en mi memoria, imágenes de familiares muy queridos que faltan desde hace muchos años, fotos de lo que antes era que hoy no es, fotos que debo conservar porque son imágenes que no están más que en mi recuerdo.
Ahí está el Cristo de entonces, el que yo recuerdo, aquel que cruzaba corriendo de miedo cuando veía a "El Lala", recuerdo, aquel valle del medio que siempre me olía a churros, aquella interminable subida de Muñoz Torrero que de mayor encogió su tamaño, allí está mi más que tío Chiripa con su bici, mi querido tío Domingo el día que me regaló mi primer traje de fútbol, sus primas Tini y María, hijas de mi tía Paula, ahí está la dulce expresión de mi abuela mirándome, estampas de mi pasado, de mi historia, de mi vida. Ahí está lo que soy y de dónde vengo. Ahí está mi memoria, en una caja.
Esa caja está repleta de historia e historias, de vida y vidas, vidas origen de quien soy, la historia de mi familia, de tantas y tantas personas que hoy no están y forman parte de mi emoción, imágenes de mi pasado.Todo en una caja, una caja llena de sentimiento, de afecto y efecto, de sensibilidad y ternura, es toda una historia en una caja de cartón.
Que curiosa es la vida, la historia, emociones y origen de una persona en una caja de cartón.
No pienso pensar.
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